DESCENSO AL INFIERNO DEL ALMA

Umberto Boccioni, Materia, 1912

Residencia en la tierra (1933 y 1935) es un libro inquietante, capaz de perturbar a los lectores más veteranos. Mientras sufría una honda crisis personal, Neruda decidió sumergirse en sus angustias más delirantes como quien se hunde en un pozo oscuro, y salió a la superficie con este tesoro negro en las manos. En él, traduce mediante palabras su caos interior, el mundo de pesadilla que observa en su entorno y su incapacidad dramática para hallar un sentido en el universo. Residencia es un libro que a veces recuerda a los textos del surrealismo, pero que va más allá de esta estética y plantea, con un lenguaje propio, unos problemas personalísimos. La extraña belleza de sus imágenes, su enorme plasticidad y la potencia de su voz poética bastan para consagrarlo como una de las grandes creaciones de la poesía en lengua española. Así lo entendieron, al menos, los miembros del grupo español de 1927 cuando recibieron su publicación con júbilo y aclamaron a Neruda como uno de los maestros de la lírica moderna. Para leer este libro alucinado es necesario relajar el pensamiento lógico y abandonarse a un mosaico de imágenes, sensaciones y estados anímicos que parecen proceder del infierno, imagen probable de la tierra en la que residimos.


Por su rigor filológico y la riqueza de sus interpretaciones, se recomienda la edición de Hernán Loyola (Cátedra, LH), bien provista de índices temáticos y amplias glosas a pie de página. El mismo especialista es el responsable de la edición crítica de sus obras completas, que se recomiendan con igual fervor para la lectura del resto de libros de Neruda (Círculo de Lectores-Galaxia Gutenberg).